![]() |
| Fuente: Esdeporte |
Es imposible que algún aficionado al fútbol se haya olvidado de Thomas Gravesen.
Obviamente no fue un jugador que marcó una época, pero es recordado por su peculiar forma de ver y entender la pelota; se podría decir que era como se dice ahora en el fútbol moderno un destructor de juego. Famoso por su dureza, el danés llegó al Real Madrid de Los Galácticos en el año 2005 procedente del Everton inglés avalado por una gran Eurocopa y buenas actuciones en el centro del campo de los Toffees.
Creador de la famosa gravesinha, un "regate" con el que ponía en peligro los ligamentos de su rodilla, pasó con más pena que gloria por el club blanco.
Protagonista de la pelea con su compañero Robinho durante la pretemporada del 2006 que posiblemente le costó su salida del equipo merengue.
El bueno de Thomas fue transferido al Celtic de Glasgow pasando desapercibido tal y como lo hiciera en el Santiago Bernabéu, por lo que fue cedido al Everton, club donde mejor pudo mostrar sus "cualidades" como futbolista un par de temporadas atrás. Nada fue lo mismo.
Gravesen jugó solo 14 encuentros con el conjunto de Liverpool y al finalizar la campaña 2007-2008 quedó libre.
En el 2009, tras un año sin encontrar equipo, Thomas Gravesen anunció su retirada del deporte rey a los 32 años.
Ahora os preguntareis.. ¿a qué se dedica ahora?, ¿entrenador?, ¿comentarista?, ¿luchador de la WWE? Nada de eso, ahora el ogro galáctico es sencillamente millonario. Sí, sí, millonario.
Tras retirarse, se quedó a vivir en Liverpool y decidió invertir el dinero que había ganado en el césped.
Ahora mismo Thomas Gravesen con casi 40 años posee un patrimonio de cientos de millones de euros y vive con su esposa, la modelo checa Kamila Persse, en Las Vegas, entre ruletas, tragaperras, alcohol y fiesta, mucha fiesta.
Para no ser ni mucho menos una estrella del fútbol ha sabido sacar provecho de él.
![]() |
| Fuente: Twitter |

